martes, 27 de noviembre de 2007

Capitulo 14, Jaipur o lo más auténtico de la India

Llegada a Jaipur, la capital del Rajasthan, donde Percebín y Fabadín pasarán dos noches para reponer fuerzas. Nada más llegar, dejan sus fardelas en el hotel y se tiran a la calle. Hace un calor del carajo, pero están con fuerzas y se dedican a pasear por las verdaderas calles de Jaipur, fuera del turisteo guiri y de los grupos de abueletes. Se nota que es temporada alta de turismo, pero nuestros fotógrafos se escabullen en las sucias calles de la capital, olisqueando el auténtico ambiente de la ciudad.


Después de retratar a media ciudad, se dan cuenta de que no han comido, ya que el estómago de Fabadín dio la alarma, y tuvieron que salir por patas a intentar comer algo. Estaba complicado el tema de la comida en Jaipur, así que al final, cual dos monos más de la ciudad (hay monos por todos lados...), compraron un par de plátanos y unas galletucas y a seguir dándole. Patearon la ciudad toda la tarde, disfrutando de la alegría de sus gentes, que a pesar de las condiciones en las que viven no dudan en posar y arremolinarse delante de nuestros objetivos.


La vuelta al hotel, en tuc-tuc, el piloto se saltó un semáforo (como muchos por aquí...) pero lo pilló un guripa y le quitó la licencia. El probe paisanín llevaba un disgusto "que pa qué", seguramente a la vuelta tuviese que aflojar dinero para recuperarlo, "así de fácil" funcionan las cosas en este país..."Cago en rós si solo era un semáforo.." pensaba el pilotillo....


El Hotel, un Heritage, acojonante como el resto de todos los que han visitado hasta ahora, ese estilo decadente y en el que se vislumbran las grandezas de la época de oro de la India. Su hall de entrada, sus mesas, y nuestros intrépidos viajeros tomándo una KingFisher con Lemon Mirinda, una clara con limón pa ser más claritos.


Este primer día en Jaipur tenía una sorpresa más, nos invitaron a una boda hindú auténtica, vaya montaje para el evento. El novio a caballo por las calles de Jaipur hasta el templo donde recibió la bendición y después una procesión al más puro estilo Semana Santa con porteadoras de luces, banda de música, bailes, dos camellos, dos elefantes y un huevo de personas. Aquí las bodas son muy particulares, la gente bebe antes (los hombres y sin que los vean las mujeres) y bailan hasta llegar al parque cerrado, después cenan y acto seguido se piran, no hay ni paquito el chocolatero ni langostino ni ligarse a la prima de la novia..., Aquí es donde el novio conoció en persona por primera vez a su futura esposa, casi ná, como para que te toque una feuna hindú y ya ni te bajes del caballo y salgas por pates hasta Calcuta, son costumbres de aquí.

El regreso al hotel, en casa dios, en un tuctuc, 7 personas, dos de ellas en el maletero, pa cagarse, como locos por las calles de jaipur lo que daba el motorín. Miedo es poco pero ya están acostumbrados a la circulación india. Ojo que cuando lleguen a España va a temblar la M30.


Al día siguiente madrugar para subir al Fuerte de jaipur en elefante como si se tratase del gran circo de Angel Cristo, que bestias, cuesta arriba con turistas de mil sitios. El fuerte como todos, estos maharajas vivían como dios en su tiempo (ahora tb pero no se les ve), el paisanu de este pesan más de 200 kilos, se desayunaba 10 litros de leche y 5 kilos de dulces, tenía 12 churris oficiales y más de 200 concubinas, cumplía todas las noches echando un mínimo de "8 vistas a la montaña", con este ritmo de vida es normal que se muriera con 39 años, ese ritmo ni Rocco.



El resto del día descansando y recuperando fuerzas para la siguiente etapa.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Capítulo 13, La feria de Pushkar

Esta mañana nuestros aventureros han madrugado más, desayuno a las 7:00 para poner rumbo a Pushkar, unas cinco horas de coche. Durante el trayecto se han encontrado con el autobús más cañero de toda India, un bus Volvo, para el que se necesita una licencia especial. Con la licencia normal de autobús, solo se pueden conducir los "locales" del país. El top-driver no miraba si venían coches de frente para adelantar...sencillamente se metía y el que viniese ya vería que hacer, resultado: todos a la cuneta.
El chófer de este autobús se había tomado un cola-cao triple, porque no había forma de adelantarlo, le pisaba más que los del ALSA, y encima iba tirando a la cuneta a todo el que se ponía en su camino, se nos fue y no hubo manera de pillarlo.


La llegada a Pushkar fue todo una aventura. Se celebra en la ciudad la feria más importante de la India, y está lleno de gente. Habían cortado los accesos en coche para llegar al hotel, y nuestro chófer nos llevó por una ruta alternativa. Pues bien, imaginad un coche como el Lacia Logan (nosotros llevamos un Tata Indigo SL), esos de 7000 euros, con tres tíos y sus maletas, serpenteando por un camino de arena... se atascó el coche y todos a empujar, quitar arena de las ruedas, poner piedras delante, etc. bajo un sol de justicia. Otra aventura más para el diario de Percebín y Fabadín. Un poco de Paris-Dakar, nuestro chófer lo dió todo y nos quedamos enterrados en la arena a 500 metros del final. Pena del Oxido Nitroso...


Otra vez Fabadín ta que lo llevan los demonios, en este hotel tampoco hay carne (bueno, a Percebín tampoco le mola que la única cerveza que hay aquí sea sin alcohol...), así que a ponerse hasta arriba de arroz con especias, y un plato de queso frito en salsa, que dicho sea de paso, está bien bueno. Pedimos un par de refrescos para la comida y, para variar, estaban caducados, todavía no han bebido algo que no sea agua, que no esté pasado de fecha, y en ocasiones con tres o cuatro meses de caducidad... pero estos dos intrépidos son como Rambo!!, lo más exagerado una coca-cola de marzo con extra de gas. Esto del gas les mola porque en el postre de cada comida en cualquier restaurante es un campeonato mundial de eruptos, si señor, que arte tienen algunos. Percebín con su implicación en la integración ya empieza a dar muestras de estar a la altura, ye un crack de la sobremesa


Ya por la tarde toca meterse en medio de todo el jaleo, miles de personas comprando y vendiendo cosas para su vida diaria, familias que van a pasar el día, y algún que otro guiri flipao de la vida en busca del karma...los míticos buenrollistas-yogueros-mantra-chancleteros....hippies de postal, puajjjjj.


Estos dos fotógrafos se las saben todas, e iban buscando puntos estratégicos en toda la feria para empezar a retratar gente, a poco más montan el chiringuito, "one picture, ten rupees" :-p, buscabamos zonas donde la gente pudiera hacer colas y poder ir pasando el calderín pa ganar algo.


Mientras un grupo de chicas dejaba que Percebín y Fabadín les hiciesen fotos, alguno que otro nos ojeaba con recelo, aunque al final acabaron poniéndose todos a la cola para su foto. Hasta que de repente salió de un rincón un paisano, y Fabadín se dio cuenta de que era Manolín el del barrio de La Luz en Avilés, menuda sorpresa. Había ido a pasar el día con los guajes, que andaban correteando y tirándo plátanos a los monos que andaban por allí brincando.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Capitulo 12. Jainistas y el Fuerte

Otro día más amanecemos en la India, Como siempre el chofer puntual, con el Tata impecable y su sonrisa en la boca. La verdad es que es un profesional como la copa de un pino, es un rambo de la carretera, salimos airosos de las mil situaciones que cada día encontramos en nuestros trayectos, conducción segura, suave y eficaz, además de las explicaciones pertinentes sobre cada una de las cosas que vemos en la carretera.


Nos encontramos con los conductores de la "Guipuzcoana de aquí" una empresa de transporte. Uno de ellos, Suso de Vegadeo, conocía a Percebin de llevarle el aceite de oliva por la península, "¿Nos haces una foto de la plantilla pa los calendarios?", faltaría más, salieron todos estirados como cigüeñes delante de uno de los camiones.


Hoy tocaba ver el templo jainista más importante del mundo, el templo de las mil columnas de Ranakpur. Más de 1400 columnas sustentan este edificio rodeado de monos asilvestrados que roban maletas y zapatillas a los turistas, (unos cachondos los simios estos). Casi tan cachondos como los monjes que están dentro, pagas la entrada de persona, la de la cámara de fotos y aún encima te piden rupias si quieres hacerles fotos, pero no cuentan con Fabadin y Percebin que son unos putos en esto de los robados, les zumbamos shots hasta en los pies.


Tras salir del templo nos hicimos un tramo que perfectamente podría ser parte del Príncipe de Asturias o alternar con la Subida al Fito, El chófer se defiende bien con las marchas cortas, quita el aire acondicionado para ganar unos caballos de potencia y empezamos a cortar las curvas. Percebin saca el bloc de notas y empieza a cantarle, ojo izquierda 3, se corta, raaaaaaas, vaca sagrada cuidado pitón derecho, molino de agua 5.....de primeros al Hotel-meta cerca del fuerte de Kumbalgarh. Nada más entrar, una guapísima chica (el día que este país despierte, las suecas pasarán a un "quinto plano"...) nos pone el puntín rojo en la frente, ya somos como de casa (Percebastash y Fabadur).


Llegamos y ni un puto turista guiri, bieeeeen, es temporada alta y están por todas partes, gabachos, germanucos y demás jauría. Lo peor del fuerte, que es una auténtica montaña rusa cuesta parriba, cuesta pabajo, cansados como perres, paramos a tomar una mirinda en el ambigú y esperamos a que los fíos de Teresa la de Muñón, bajaran a vernos.


Teresa estudió con Fabadín en el Vital Aza de Pola pero se enamoró de Dalsim, un viajante Hindú de lámparas que intentó hacer fortuna en Asturies, pero sin ningún éxito con la crisis minera, cago en ros, que poca suerte tuvo el hombre....


Los niños encantados con sus caramelinos de chocolate y naranja estuvieron jugando con el tio Fabadín (que está muy niñero y no se yo si terminará casándose por aquí con el rollu roju en la frente y todo) y su amigo Percebín hasta que cerraron el fuerte. Os ponemos dos fotos, una de Dalshim II, y otra de Isabelina diciendo "tata" (algo así como adiós con la mano) a los dos intrépidos aventureros, que están ya por tierras montañosas con dirección al centro de la India.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Capitulo 11: Formula Hindu. GP Jodhpur

Tras desayunar en la habitación del hotel, sentados en colchones en el suelo, como dos auténticos reyes, nos dirigimos a Jodhpur, la Ciudad Azul. Nuestro chófer habitual estaba de permiso y cual fue nuestra sorpresa al ver a Fernandito Indialonso en el coche, inmediatamente los dos nos pusimos los cinturones, nos agarramos los machos y rezamos a todos los dioses de la India, y son la de dios!!

Solo deciros que en la India la velocidad máxima permitida en carretera 90 km/h, y no es precisamente como en España donde nos pasamos 20 km/h más, aquí no es nada recomendable. Pues bien, aquí nuestro piloto no bajaba de 110 - 120 km/h, llegando a pasar entre dos camiones, yo creo que ese justo instante fue cuando Shiva se reencarnó otra vez y se produjo el milagro...la gasolina congelada hizo que el Tata Indigo saliese propulsado en cada baden y marcásemos la vuelta rápida tras solo una parada en boxes.


Llegamos a Jodhpur, a un hotel precioso, escondido en un callejón de la ciudad, es algo surrealista, pero bueno, a ver quien se va a poner a pensar en algo normal aquí...su jardincito, sus fuentes con nenufares, una recepcionista guapísima, un rincón con recuerdos de la india colonial al lado del centro militar de Jodhpur. Eso si como en todos los hoteles que hemos estado el electricista flipa la de san dios, es un puto artista. El numero minimo de clavijas que hemos visto juntas ha sido de cuatro, peeeeeeero lo de hoy ye lo maximo, ojo con el chispas. Me doy la vuelta y me encuentro a Fabadin con una chaqueta de comandante de vuelo de Iberia diciendome, hoy te toca a ti ser la azafata y explicar lo de la puerta de emergencia. Cago en ros, me duelen los pies con los tacones. Para muestra una imagen vale mas que 1000 palabras. Aqui tenimaos 4 ventiladores y las 12 bombillas de la habitacion, ademas de sus correspondientes enchufes....no nos hemos electrocutado de milagro, mas que electricista es un artista !!!!!!!


Tenemos ciertas sospechas sobre las vacas, ya que no nos olvidamos de nuestra misión, pero el caso es que están por todos lados y hacen lo que les da la gana. Hemos intentado comer un platín de ternerina fresca, pero no debían de tener, por la cara del camarero...Ni un McDonalds ni ná de ná, menos mal que en la India algo tienen de asturianos porque se come como Dios, eso sí picante picante.


La visita de Jodphur, conocida como la Ciudad Azul, ha sido muy cansada por todo lo que tuvimos que caminar para ver el fuerte que corona la ciudad con una bonita vista sobre el Casco urbano y su mercado central dentro de la plaza del reloj.

Capitulo 10: Jaisalmer o el Daba-Chigre

Llegamos la primera ciudad en la que hacemos 2 noches. La llegada acojonante, entramos en un fuerte y nuestro chófer dice que el llega hasta ahí (el hotel está en la parte alta del fuerte) el recto lo haremos en tuctuc, es decir un carricoche con motor de vespa y con pilotos kamikaze. El nuestro aún encima fan incondicional de Fernando Alonso, al guaje Fabadín se le caían las lagrimas al ver la pegatina de su paisanu en el cristal de la machine de 2 tiempos. Ahí nos metimos las dos maletas, (la de Percebín parece que lleva 3 indios dentro de lo que pesa), Fernandito Indialonso, el chófer y los dos aventureros. Qué forma de subir esquivando obstáculos ajustándonos en las chicanes y pasando a milímetros de las vallas en los puestos de control. Primer contacto con Jaisalmer excitante.



Tras la reunión de logística con los jefes de expedición nos vamos a comer los cuatro a un restaurante 100% indi y nos vamos a ver el casco histórico dentro del fuerte. Gracias al dios Ganesham ese día aún no había manadas de guiris.


Casualidad que Fabadín oye una voz conocida tras unas gafas de sol al estilo George Michael en Faith, nuestro aventurero se gira y dice: "Cooooño Moncho", si amigos si, el mismísimo Moncho de Colloto, tras la crisis petrolífera de los 70 dejo su Colloto natal y se vino a Jaisalmer a probar suerte. Aquí está ganándose la vida con el bigote más grande la ciudad.


Un casco urbano que es una maravilla en el que pasamos toda la tarde conociendo su historia y los rincones más escondidos. Aquí conocimos también a un amigo de Pin el de Contrueces, que ya os lo hemos presentado en el anterior capítulo, Milín el de Figaredo, que vino con la muyer y las hijas a trabayar en la mina.


Mientras el picaba les probes muyeres venga a barrer, pa no manchar el suelo. Un día encontró oro, se puso a picar como un animal y mira tú, hizo un fuerte, unas havelis y alguna que otra cosuca, por eso llaman a Jaisalmer la "Ciudad de Oro".


La gente aquí es muy amistosa y no se asusta al ver nuestras cámaras. Hasta la nieta de Cova la de Espinaredo, otra ilustre asturiana emigrada a Jaisalmer, se sorprende al vernos, levantando la vista de la sección de internacional del Jaisalmer Tribune.


La visita a Jaisalmer ha sido hasta ahora la más intensa en todos los sentidos, tanto para lo bueno como para lo triste (pero eso no es para comentar en tono de humor, es demasiado duro para tomárselo con alegría).


Hasta tuvimos una visita al desierto donde vimos la puesta de sol, "cago en ros que pena tener una churri a mi lado", pensamos los dos, porque estaba la situación con mucho tomate pal rollu, la camella tenía más moscas que un filete de ternera al sol, y nos tuvimos que conformar con unos dolores perniles por llevar al camello entre les piernes. Por cierto de noche las vaques de aquí ni encienden las luces ni llevan casco ni na de na.

Nuestra estancia en esta ciudad ha terminado con un botellón indi en un chigre o daba como se llaman aquí, degustando güisqui local (dios que forma de depilarme el pecho), cordero, cerveza y vino de la tierra rodeados de nuevos amigos que se han portado de cine con nosotros, tanto por sus atenciones como explicaciones sobre la vida en este gran país. Aquí Percebín se ganó el respeto de los lugareños, el dijo que un gallego está acostumbrado al orujo y el güisqui entra a palo seco, no mezclado con agua como les gusta a ellos. Beber lo bebió, eso si, este no pasa frío en un mes, va a tener calor acumulado en el cuerpo como para cruzar Rusia en chanquletas...Despues de intercambiar los greatest hits de la India con los chavales, Percebín se arrancó a bailar al puro estilo Bolliwood en mitad de la noche, sonando la música en el móvil, el cachondeo padre, nos lo pasamos de miedo.

Eso si, todavía quedaba la vuelta al hotel, después del botellón, que mejor que montar tres en una moto, por la noche, esquivando vacas y perros y charlando tranquilamente sobre nuestros deportes favoritos, en fin, que todo esto no tiene precio ;-)

Capitulo 9: Mandawa-Bikaner

Esta mañana madrugamos para salir a ver a los comerciantes abrir sus negocios en Mandawa, antes de partir hacia Bikaner. Es una maravilla ver la sonrisa de los niños cuando nos ven con las cámaras, les llama mucho la atención, y posan para nosotros muy contentos. Siempre les enseñamos la foto después, y se parten de risa al verse en la pantalla.


De camino a Bikaner, tuvimos la suerte de encontrarnos con un paso a nivel cerrado, por donde iba a pasar el "Palace on Wheels", un tren de lujo que recorre la India. Allí conocimos a otro de los personajes del viaje, "Lolo el de Zurea", que se cansó de trabajar en la línea del AVE en Barcelona, con tanta obra, y pidió el traslado a la India en pleno desierto, todo el día en el paso a nivel tranquilamente, a la sombrina en la garita, y levantando una banderina de vez en cuando...Esto es otra historia y no lo de la estación de Sants, que vida lleva el hombre.


Después de sufrir otra vez el viaje en coche, tan pronto adelantamos un coche, como dos motos en paralelo, como tenemos que esperar a que un carro tirado por un camello adelante a otro con un burro. Eso si, lo que no tiene precio es pasar entre un camión y un autobús, mañana vamos a ver si nos hacemos con una buena botella de ron, y cada vez que adelantemos gritaremos "¡¡¡uuuuuuuuuyyyy!!!" (sencillamente, y perdón por la expresión, acojonante).


Por la tarde, después de haber comido un menú "no picante" que picaba la de dios y su madre... tomamos rumbo a un templo algo peculiar. Por aquí lo llaman el templo de Karni Mata, o también conocido como "Templo de las Ratas". Dicen que son sagradas y demás, pero nosotros hemos descubierto la verdad, como buenos investigadores que somos. Por allí había un hombre con un sospechoso parecido a Walt Disney, y al final caímos, estábamos en el lumpanar de Mickey Mouse, anda que no se lo tiene bien montado, miles de "ratitas presumidas" corriendo y comiendo hasta reventar. Pero el muy "tiquis", nos hizo entrar descalzos (si, entramos...) para no ensuciar el suelo a "sus chicas"...


De regreso otra vía de tren y mira por donde estaba allí "Pin el de Contrueces" fan incondicional del Xixón, Diablu Roxu con pinturas de guerra, que iba al partido, reconoció al Percebín y le gritaba desde el tren, "fiu veote en el Molinón", no es mal chaval el Pin aunque un poco llocu.

Después visitamos un templo de unos colegas de los de la Central Lechera Asturiana, porque utilizaron como material para fabricar los cimientos la de dios de mantequilla (y no, no es coña!! 40 toneladas de argamasa con mantequilla), mezclada con otras cosas. En verano puedes llevarte un par de tostadinas y un poco de mermelada, sacas la navaja suiza y en algunos baldosines puedes rebañar un poco para el desayuno...

Por último visita al mercau, ya por la noche, que lo hace todo siempre más interesante, sobre todo porque no ves por donde vienen las bicis y motos sin luces, y mola la de dios jugar a los "San Fermines". Te pones en un lado de la calle, te dispones a cruzar, y acabas 50 metros más arriba de las veces que te tocó correr par que no te lleven por delante...

Seguimos el trayecto hacia Jaisalmer, seguro que allí vemos algún amigo más como Lolo, Xuacu o Pin...asturianos emigrados....

sábado, 17 de noviembre de 2007

Capitulo 8, En el ojo del huracan

(Cago en ros, no hay tildes)

No tenemos mucho tiempo para extendernos todo lo que nos gustaría, llevamos dia y medio en la India, y ya tenemos como para escribir un libro. El viaje duró unas 14 horas, alargado un poco más de la cuenta porque el piloto se aburría y se puso a hacer círculos en Delhi para marearnos un poco... (Fabadín llegó encogido, el tamaño de los asientos no está hecho precisamente para paisanos de La Pola...). Percebín se pasó todo el vuelo desde Amsterdan durmiendo como un bendito y eso que no llegamos a ir a un coffee-shop a decantar los míticos porrines holandeses.

Eso sí el Fabadin ye listo como un zorru, a la hora de pasar el control de metales guardose una anilla de la lata de cocacola en el puesto de control (vieju zorru de la Pola), no sabía la razón pero en cuanto vi a la señora guardia, lo entendí todo. Que forma de registrar al pobre fabadín, esos ojos de alegría eran todo un poema. El extasis de Amsterdan en persona.

Una vez pasado el control de inmigración (con mucha calma se lo toman por aquí...), nos recoge nuestro mítico chófer con un collar de flores para cada uno, los únicos del aeropuerto, se nota cuando llega gente importante de fuera :-D

Tras alucinar con la forma de conducir en este país, por decir algo, llegamos a nuestro primer hotel, no sin antes mirarnos el uno al otro en el coche diciendo "donde coño nos hemos metido", por la noche Delhi no es precisamente acogedora (no hemos estado en New York, pero ya conocemos el Bronx...).
Nuestro piloto ye el rambo de las carreteras hindús, un profesional en toda regla, ajustamos las medidas del Tata Indigo al mínimo, hace un trabajo de cirugía en cada adelantamiento, sin que nos demos cuenta de que lo que tenemos en nuestras retinas no es una carrera de la F1 con el Kartikeyan.

Hoy ha sido un día espléndido, apenas hemos hecho fotos, demasiadas novedades para resumir en una entrada del blog, y mucho menos con nuestras cámaras, estamos empapándonos de la cultura y gente de la India. El jetlag hace mella en nuestros cuerpos de tiarrones del norte, de todas formas esto con dos indi-cervezas lo arreglamos, (650 ml cada botellin) La de dios de cebada pal cuerpo. Llegaremos rubios como el Brad Pitt !!!!



Hoy no ha sido día de fotos porque entre Shiva, Elefantes, Leones, y la de dios de bichos no sabíamos a que enfocar. Os dejamos un par de retratos que hemos hecho durante el día de hoy, la de "Xuacu el de la figar", realizada en un descanso para reponer líquidos, y otra de una encantadora niña, ya en Mandawa, tierra de havelis.


No sabemos cuando podremos volver a escribir, ya que las "infraestructuras" no es que sean muy modernas en los lugares que hemos visitado hasta ahora, pero estamos "más feliz que un regaliz" :-p

jueves, 15 de noviembre de 2007

Capítulo 7, Los preparativos

Las fardelas están preparadas, las madreñas bien limpias, y el dinero bien sujeto con su goma ajustada con una doble vuelta. Después de degustar un par de buenos filetes de ternera roxa, Percebín y Fabadín han bajado al chigre de la esquina a celebrar que por fin comienza su aventura.

Como si de cualquier Melendi se tratase, el camarero sorprendido les ha servido una buena copa de ron dominicano, eso si, en vaso de sidra, las cosas hay que hacerlas bien...

Mientras colocan todo el papeleo del viaje, libro de familia numerosa, el carnet de tractor, carnet de socios de honor de la AIV (Asociación de Investigación Vacuna), y demás documentos, hacen tiempo hasta que su vuelo despegue.

Quedan unas pocas horas para que Pedrín El Taxista, otro asturiano aventurado en la capital, venga con su deportivo a recogerlos y llevarlos al aeropuerto. Percebín ya está acostumbrado a los viajes largos en avión, aunque el trayecto más largo que hizo Fabadín fue de media hora... Eso si, una vez fue de Asturias a Barcelona en 11 horas de tren, así que podemos decir que también está acostumbrado a las largas travesías...

Procuraremos contaros más cosas durante el viaje, de todas formas, llevan un cuaderno con doble línea para apuntarlo todo, unos lápices del nº 2 y una buena goma de Milán-Nata, por si la tecnología no está tan a mano como imaginan.


Deportivo de Pedrín El Taxista

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Capítulo 6, La comida

Investigando sobre la comida típica de la India, Percebín y Fabadín están muy ilusionados, ya que hay grandes posibilidades de que también tengan fabada. En este pais basan sus comidas en arroz, legumbres y muchas especias (dependiendo de la zona), por lo que no sería raro encontrarse una variedad de una buena fabada con... ¿curry?
Ya son varias las coincidencias con sus respectivos lugares de origen, las vacas, las legumbres, quien sabe si habrá alguna variedad de sidra o licor café...


También es típico de algunas zonas, sobre todo al norte, el uso de productos lácteos (¡si es que con tanta vaca hay que aprovechar la materia prima!), el paneer, el ghi (algo parecido a la mantequilla...) forman parte de la alimentación diaria hindú. En cuanto a la repostería, no tienen muy claro todavía que encontrarán, ¿habrá frixuelos?, ¿alguna variedad de la Tarta de Santiago tal vez? Eso es algo que tendrán que descubrir cuando comiencen su aventura...


Capítulo 5. La vaca

Ese animal tan sagrado y venerado en la India. Hemos visto que es muy distinto al de los prados de Asturias y Galicia, tienen unos cuernos enormes (wifi hotspot?) y en teoría no se pueden tocar (recuerda esto fabadín que te veo en prisión).
Para familiarizarnos nos hemos ido a la dehesa a ver algún ejemplar y conocer su parte física, destrezas y habilidades para que no nos pillen desprevenidos:



En este caso vemos un ejemplar en Varanasi, cualquiera le dice algo, es la sheriff de la calle, como venga una camioneta, va lista. Hasta que la vaca lo decida no pasa:



Seguimos adentrándonos en la cultura hindú y buscando nuestra vaca sagrada.

Capítulo 4, El idioma

Una de las aventuras que estoy seguro que dará para muchas anécdotas, es el idioma. A Percebín y Fabadín no les ha dado tiempo a aprender el hindi, por lo que han dado alguna clase de inglés con Muzzy, ese entrañable extraterrestre verde. Después de aprender a decir vaca en inglés (recordemos que es el principal objetivo del viaje), preguntar la hora, y decirle a un taxista que los lleve a su alojamiento, están preparados para charlar amistosamente con los lugareños.

Si bien nuestros dos aventureros han puesto todo su empeño en aprender inglés, no es lo mismo aprenderlo con el profesor Muzzy que ponerse a practicarlo de verdad. Recientemente Fabadín estuvo conversando con personas de habla inglesa, y bueno, digamos que habrá muchas historias que contar durante el viaje, esperemos que los pastores que cuidan de las vacas no hablen un inglés "muy cerrado"...



Por suerte Percebín pudo estudiar un par de cursos más por fascículos, algo que seguro nos vendrá muy bien para comunicarnos con el chófer, no sea que por un error de comunicación, nuestros dos intrépidos investigadores cambien de pais sin darse cuenta...

martes, 13 de noviembre de 2007

Capitulo 3. La música

Siguiendo con nuestra fase de previaje, percebin y fabadín, (quién habra sido el puto que nos ha puesto estos nombres) siguen buscando datos de la India. Al Fabadín le va mucho el rollo musical, así que nos ponemos a buscar el Top Five Hindú:

En el Nº5



En el número 4:


En el número 3:


En el número 2:


En el número 1:
Los famosos Bombay Rockers

Queremos tararear las canciones que suenen en el radiocassete de alta fidelidad de nuestro Tata Delco por las llanuras indias, mientras nos tostamos en los más de 3000 km de rutas en busca de la mítica vaca sagrada.

Capítulo 2. El terreno

Los 2 aventureros con los ahorros de un año se lanzaron a la aventura de localizar las vaques indias...¿Tendrían los indios una cuota láctea? ¿Habría asadores argentinos con entrecots sabrosos de ternera hindú? ¿Necesitaríamos la barbacoa portátil? ¿Hay algún toreropp indio? había tantas preguntas por resolver que se lanzaron a buscar por internet. Lo primero localizar el terreno y buscar la mítica ruta que nos llevaría a conocer los entresijos de la India y sus no menos famosas vacas sagradas, un país donde las vacas no tienen ojos, o por lo menos eso hemos leído.

En este mapa se puede ver la zona por la que nos moveremos con nuestro mítico chófer. ;-)


View Larger Map

Un trayecto que nos hará visitar Delhi, Mandawa, Bikaner, Jaisalmer, Jodhpur, Ranakpur, Udaipur, Pushkar, Jaipur, Fatehpur, Agra y Varanasi en busca de los míticos cuernos vacunos...

De todos es sabido y tiene su fama ganada, que el pobre Fabadín es como Carpanta, no para de comer y si pasa mucha hambre, es posible que acabe con el chofer o mordiéndole en una hermosa nalga a una vaca de estas que tanto abunda en este país.

Antes de partir os iremos contando nuevos datos de esta gran aventura...

Capítulo 1. Los comienzos

Érase una vez un gallego (Percebín) y un asturiano (Fabadín), que un buen día decidieron poner rumbo a la capital de España con el ánimo de conseguir una vida digna. Cogieron sus madreñas y su fardela, y allá que se fueron cada uno por su lado.
Fueron haciéndose a la vida en la gran ciudad, que no fue fácil para dos ratones de campo. Pero eran hábiles y dicharacheros, y poco a poco se iban haciendo a las costumbres madrileñas.

Con el tiempo estos dos aventureros se conocieron en un trabajo, el cual si bien no era ninguna maravilla, les permitía sobrevivir y pagar sus vicios (algo viciosetes si que eran, como todo buen aventurero). Un día descubrieron que los dos tenían una cajina negra con un botón que hacía "clic" (aunque la de Percebín hace CLAC, más contundente...), y empezaron a aventurarse por las noches en locales oscuros de la gran urbe.

Sin comerlo ni beberlo, tomando tranquilamente un café (vale si, bebiendo...) les asaltó una duda. Tanto en Galicia como en Asturias, tierras queridas respectivamente por Percebín y Fabadín, había una cosa sagrada, las vacas (o vaques), un gran animal que da leche y rica carne. Y la duda era, que habían descubierto que en un país lejano, del continente asiático, ¡¡las vacas también eran sagradas!!

Tomaron la decisión de ir ahorrando billetinos, bien sujetos con la goma de toda la vida, y escondidos bajo la almohada, para ir a investigar a India (el pais lejano del que hablaron aquel día) si sus vacas eran parecidas a las magüetas y roxas de su tierra de la tierna infancia. Pues bien, nuestros dos intrépidos personajes parten ilusionados esta semana hacia dicho pais, en busca de conclusiones, saber como alimentan a estos sagrados animales, a qué sabe su carne, y todo lo que puedan averiguar.

Esperamos tener noticias pronto de Percebín y Fabadín...