sábado, 1 de diciembre de 2007

Capítulo 15: Agra, un clásico

Vamos quemando etapas de nuestro viaje, el cansancio se hace presente cada día que pasa, y estos aventureros con su chofer llegan a Uttah Pradesh.


Tras salir de Jaipur paramos en un poblado cerca de la jaigüei (manda narices con las autopistas de aquí: kamikazes, vacas por el medio, de todo menos guardia civil) donde se dedicaban al cultivo del arroz y del forraje para el ganado. Nos enseñan el pueblo, como viven y se dejan hacer unas fotos por estos dos pirados.



Llegamos, bueno entramos en Agra donde la polución es la ostia, terminas con la nariz negra, de lo que se respira aquí. El chófer ya nos dice que si no fuera por el Taj Mahal, ni dios visitaría esta ciudad (cuanta razón tenía)....es un auténtico caos y tiene poco que ver, la tarde de relax y a comprar los top ten de la música hindi, vamos cargados de grandes éxitos.


La mañana siguiente el chófer nos recoge del hotel a las 5:45 AM, no son horas de despertar a ningún forastero pero es que si no vamos a terminar hasta las pelotas de los grupos guiris, con lo cual asumimos la decisión y estamos hechos un pincelín a la hora prevista. Aquí los vendedores ambulantes ya son unos pro de los idiomas, frases hechas, el 2x1 y la madre que los parió.


Para entrar en el Taj están prohibidos los teléfonos, el tabaco, la comida, ir en coche y mear en el recinto. te dan unos patuquines de la central nuclear y a patearlo mientras el guía te cuenta el por qué del Taj Mahal. El Paisanu un tal Iñaki que emigró a la India e hizo fortuna y poder (clan mogol) montó este mausoleo de todo lo que quería a su churri, y cuando se murió se lió a quitar mármol de la cantera, hasta completar el chamizo. Eso si, por fuera que si simétrico en los cuatro lados, que si muy blanco, que si cambia de color, que si las fuentes, que si la leche con vinagre, pero todo lo grande que es, no se acordó de montarlo por dentro. Enterró a la guaja dentro y ya está, pa que más.


Os íbamos a poner la típica postalina del monumento, pero esa os la bajáis de la página de Rafa Espada que no dejó ni un ángulo por fotografiar. Así que nosotros hemos tenido que tirarnos por los suelos pa sacar algo distinto. Rafa al próximo sitio que vayas, acuérdate de los demás...


Ya por la tarde tras dormir un buen rato y descartar el fuerte rojo, (mira que les gustan los fuertes, los palacios a esta gente, cago en rós) nos "cruzamos al otro lado del río" como los tantangao y vimos la puesta de sol sobre el mismo monumento. Allí nos volvieron a ofrecer un paseo en camello, pero teniendo en cuenta que todavía nos duelen las nalgas de la primera caminata con el ca-me-lli-to, les dijimos que o traían un elefante o pasábamos de animales.

El chófer hábil y conocedor de los mil rincones de esta urbe, nos llevo a un curioso puente, muy bien asfaltado, con circulación ordenada, semáforos, cámaras de seguridad y pasos de cebra (y seguro que os lo creeis, putos) donde un niño avispado y descerebrado casi trunca la carrera de modelo y actor de Bollywood del pobre Percebín. Menos mal que el galego tiene la cabeza más dura que el mármol del Taj Mahal y remató a gol con la parte trasera de su cabeza. (Ahí se ahogue en el río el simpatiquín de la piedra, cago en todos sus muertos).


Ya por la noche, aprovechamos para comprar alguna cosuca y tomar algo tranquilamente en un chigre hindú con nuestro chófer, que temía llevarnos allí porque algunos turistas se quejan de que si las copas no son de cristal de Bohemia, que si las coca-colas están caducadas (seguimos sin tomar una bebida que no esté caducada...), pero claro, Percebín y Fabadín ya están curtidos en estos ambientes, y era como estar en casa.

Después pusimos rumbo a la estación de tren, esperaba un viaje de unas 14 horas, durmiendo en unas literas con ventilador en el techo y todo... vamos a todo lujo. Eso si, la compañía era bien buena, un extenso grupo de mujeres francesas de la tercera edad, unas cachondas las paisaninas, que iban con pijamín y todo, y no tenían ningún reparo en despelotarse en medio del pasillo para cambiarse...un culito de 65 años, mmm que experiencia...

1 comentario:

Mirna Gonzalez dijo...

Felicidades por tu blog, lo encuentro muy interesante a parte de nutrido en todos los temas, yo trato de hacer un buen blog pero más de viajes y experiencias culturales, saludos y sigan con el buen trabajo.

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